La comunidad nativa de Nueva Alianza, dos semanas después del derrame
Marc Gavaldà (Alerta Amazónica)
Nueva Alianza, Loreto, 03/09/2016.- A orillas del río Urituyacu, en su desembocadura con el caudaloso Marañón, 130 familias ( 600 habitantes) sienten el desamparo de la justicia. Nueva Alianza, comunidad nativa del pueblo Cocama-Cocamilla, espera ya 15 días desde que el Oleoducto Norperuano se fisuró en dos puntos. El petróleo sigue ahí derramado y Petroperú no ha venido a recogerlo. La incertidumbre pesa como las toneladas de crudo desparramado.
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